jueves, 27 de marzo de 2008

La pareja. Bucay: apuntes

LA PAREJA

Yo contigo
Tú conmigo
Yo conmigo
Tú contigo
Nosotros, con el mundo

Cuando tenemos problemas tendemos a culpar a nuestra pareja y así evitamos hablar de lo que realmente nos pasa, lo que necesitamos o sentimos. Las dificultades son parte integral del camino del amor. No existe una relación íntima sin conflictos. Con el tiempo nos daremos cuenta de que no existe ese chico ideal, del que estaremos enamoradas permanentemente al igual que él de nosotras. Tenemos que empezar a pensar en la pareja desde lo real y no desde el ideal. Aún así la relación de pareja es sumamente enriquecedora y por eso vale la pena (vale la pena penar por ella), vale el sufrimiento y el dolor que genera.
A veces buscamos en la pareja que cambie nuestra vida que llene nuestros huecos sin sentido que resuelva nuestros problemas y esto es un gran error. Nunca, nadie nos dará todo lo que necesitamos y exigirlo es muy egoista a la vez que destruimos a la otra persona y acabamos odiándola porque no nos dio aquello que necesitamos.
Es más sano ver a la pareja como la oportunidad de descubrirnos y de ser cada día más humanos. Hay aspectos de nosotros mismos que no vemos a no ser que tengamos delante un espejo y ese espejo es la pareja que nos devuelve lo que nosotros no podemos ver. En él se verán reflejados nuestros mejores y nuestros peores aspectos.
Para no contaminar la relación no deberíamos perder el tiempo en pretender cambiar al otro y en señalarle sus errores sino hablarle de nosotros, de lo que necesitamos y de nuestra actitud respecto a él. Es decir, conectar con nosotros mismos para saber qué necesitamos y sentimos en vez de enredarnos en criticar al otro. Los conflictos son una oportunidad para conocerme, descubrirme y entrar en contacto con lo que me pasa y aprender de ello.
Fritz Perls decía que el 80% de toda nuestra percepción del mundo es pura proyección por tanto ante un conflicto examinemos ¿Por qué me irrita esto del otro? ¿Qué tiene que ver conmigo? La llave es estar siempre conectada con lo que me pasa y no hablar del otro.

En la relación de pareja aparecen reacciones y sentimientos que no aparecen en otro contexto porque la pareja nos conecta con nuestras primeras experiencias vitales. Los dolores que no pudimos expresar en nuestra infancia aparecen en la relación de pareja porque la pareja nos ha proporcionado un clima que nos permite expresarnos sin miedo a ser descalificados porque pensamos que el otro nos va a atender y cuidar como un padre. Esto en realidad nunca ocurre por lo que nos sentimos frustrados

Enamoramiento

Cuando uno se enamora no ve al otro tal cual es en realidad pues el otro cumple la función de pantalla donde uno proyecta sus aspectos idealizados. El amor empieza cuando veo al otro tal cual es y en este momento uno descubre sus peores partes proyectadas en el otro. “Proyecto mi sombra en mi compañero y al verla en él, la descubro”
El enamoramiento es entonces una relación mía conmigo mismo ya que elijo a una persona sobre la que proyectar mi ideal, la imagen idealizada de lo que uno quisiera ser. La pareja responde a esta proyección pues disfruta sintiéndose amada aunque solo ame un disfraz. Pero llega un momento en que esta persona empieza a mostrarse tal cual es y la idealización se rompe.

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